Me regalaron unos 1,2 kilos de bayas de laurel, así que me he puesto manos
a la obra para elaborar manteca de bayas de laurel, para luego utilizarlo para
hacer jabón. Es un proceso muy laborioso, pero no sabéis lo bien que huele toda la casa mientras se hace.
Para poder extraer el aceite primero hay que lavarlas y luego machacarlas
este paso se puede hacer de dos formas:
A mano con un martillo, una tabla y mucha paciencia o con la termomix o batidora, yo lo hice con la batidora, poquito a
poquito, pues las bayas son muy duras y pueden romper las cuchillas.La baya es toda semilla, el aceite se obtiene de esa pulpa que hay entre la
piel y la semilla.
Una vez machacadas, se colocan en una olla y se cubren con agua destilada.
Se calienta a fuego medio-bajo, y cuando rompe a hervir se deja unos 40 minutos
bajando el fuego un poco más. Queda como una pasta por lo que opté por añadir
más agua a la vez hay que ir removiendo de vez en cuando para que suelte todo
el aceite que sea posible. Al cabo del tiempo iba apareciendo un aceite en la
superficie de un bonito color verde, en la foto no se aprecia demasiado
Al cabo de unas 2 horas se quita del fuego y se espera unos 10 minutos para
que enfríe un poco. Se cuela y se pasa a un tarro de boca ancha. Para aprovechar los restos de las bayas que
quedan en el colador, se ponen en una gasa o tela limpia de algodón y se
retuerce para obtener lo máximo jugo.
Lo dejé en el frigorífico para que el aceite solidificara un poco y poder retirarlo con una cucharilla.
Al final resultó una cantidad de unos 70 gramos
Lo dejé en el frigorífico para que el aceite solidificara un poco y poder retirarlo con una cucharilla.
Al final resultó una cantidad de unos 70 gramos